martes, 1 de marzo de 2011

UNI REALIZÓ SESIÓN SOLEMNE POR EL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE MARIO SAMAMÉ BOGGIO

Entre sus destacados logros, el Ing. Mario Samamé Boggio fue Rector de la UNI; Ministro de Energía y Minas; y presidente del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico.

 
La Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y el Patronato de la UNI realizamos la sesión solemne por el centenario del nacimiento del ingeniero Mario Samamé Boggio, uno de los mayores propulsores de la minería en el país. Este evento se realizó el lunes 6 de setiembre del 2010 a las 9 de la mañana en el auditorio del Centro de Tecnologías de Información y Comunicaciones (CTIC), ubicado a la altura de la Puerta 5 de la UNI en la avenida Túpac Amaru s/n - Rímac.

La sesión contó con la presencia del Presidente del Patronato UNI, Ing. Alberto Benavides de la Quintana; el Decano de la Facultad de Ingeniería Geológica, Minera y Metalúrgica (FIGMM), MSc. Ing. Óscar Felipe Silva Campos; el Director del Proyecto Historia UNI, Dr. José Ignacio López Soria; y Liliana Samamé, sobrina del destacado minero.

Trayectoria ejemplar

A lo largo de su extensa carrera profesional, el Ing. Mario Samamé fue presidente del Instituto de Ingeniero de Minas y como tal, presidió la Primera Convención Nacional de Ingenieros de Minas del Perú e inauguró la Primera Convención de Ingenieros Metalurgistas. En 1960, por unanimidad y en agradecimiento a su incansable labor docente, Samamé fue elegido rector de la UNI, cargo que ocupó hasta 1965. Posteriormente asumió la presidencia del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico y publicó los primeros volúmenes de su obra maestra: El Perú minero, una publicación de 14 tomos (20 volúmenes) que, según sus críticos, “retrataba la presencia de la minería en la historia, las letras y artes, geología, metales, cronología, terminología y bibliografías”.

Finalmente, luego de dirigir en 1989 el ministerio de Energía y Minas, el 20 de abril de 1994 la UNI le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa. Ese mismo año, en septiembre, falleció a los 84 años de edad, siendo reconocido hasta nuestros días como un destacado científico, constante propulsor de la minería en el país, y un ilustre maestro quien nunca se cansó de repetir a sus alumnos: ¡Apuesten por el Perú muchachos!

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